Desde mi ventana veo, el haya que flanquea la entrada al portal. Se balancean sus ramas y el viento lleva y trae hojas de otros sitios. Las deposita aquí, en el alfeizar y los finos filamentos de este árbol también caen, presurósos, angustiados.
Es primavera. Se acerca la lluvia que vive en las nubes, que arrastra este viento, que me despeina y trae recuerdos. De lo vivído, de los sufrído, de lo que quiero, de mis anhelos.
Y se los lleva otra vez el viento, no se donde.
A donde habitas, a donde quieras...
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