martes, 29 de junio de 2010

Encontrarte

A veces, reencontrarte con personas que dejaste de ver hace mucho tiempo no significa nada y otras veces significa mucho, o algo más que nada .
Las redes sociales que existen actualmente te dan esa oportunidad que no siempre es bienvenida. Como pasa en la vida cotidiana tienes que interactuar en ocasiones, con algunos individuos con los que no querrías hacerlo y que, hasta dejarlos de ver resultaría un alivio...
Encontrarte aquí, ha sido una sorpresa, grata por cierto o mejor dicho que me encontraras tú. Hace tantísimos años que no sabía de tu vida y a pesar de que nuestra amistad no fue muy estrecha antaño, ahora parece que ha adquirido otro matiz. No la de amigos de toda la vida, porque nunca lo fuimos, pero si tiene un gusto rico, sabe bien y se siente mejor.
Encuentro raras nuestras conversaciones porque no llego a entender como llegamos a este punto en el que no decimos nada y decimos muchas cosas, es una sensación extraña, pero con cuerpo, como el buen vino.
Yo creo que digo más, tú, te limitas a preguntar pero yo hablo sin parar, de las cosas, de la vida, del pasado; del mío, porque el tuyo no lo tengo claro; soy sutil en el lenguaje pero obtengo información de la buena. Información que me das muchas veces sin llegar a darte cuenta.
Me gusta, disfruto esto, me divierte y tengo la sensación de que a ti también. Me deja un gusto sabroso al terminar, no se si ocurrirá lo mismo del otro lado y tampoco sé cual será el final de esta carretera....que comenzó un día en la red; tal vez ni lo tenga y el camino esté sin terminar, como muchas otras cosas en la vida, pero de momento aquí estoy haciendo esto sin saber porque, sin esperar nada, sin soñar....

miércoles, 23 de junio de 2010

No todo está perdido


Una de mis escritoras favoritas, en la treintena ha sido una Irlandesa especialista en el género Chick lit, que trata temas actuales de mujeres jóvenes más o menos de mi edad, siempre con nuestro punto de vista y tintes bastante alegres.
Comencé a leer sus libros cuando, llegada este país, tuve una pequeña época de tristeza; porque no puede llamarse depresión, me parece una palabra demasiado fuerte y que recoge vivencias demasiado duras; por las que no creo haber pasado, por suerte.
La conocí por casualidad una tarde en que me fui a La Casa del Libro que tengo cerca de casa. Para los que no sepan que es este sitio, como siempre digo yo; es un sitio de pecado. Le di ese nombre porque es imposible que pase por su lado y no entre a comprarme varios de ellos, no uno, ni dos.
Poseo una característica peculiar a la hora de escoger un libros, me encanta perderme entre los largos pasillos de las librerías y repasar por horas portada, contraportada y sinopsis y si cuento con el tiempo necesario leo varias páginas. El primero que leí de ella fue “Claire se queda sola”, me llamó la atención la chica sentada en una silla, así sin más y luego mi esposo me comentó que era una lectura muy amena y que me relajaría mucho y me haría reír.
Allí estaba yo leyendo este libro y a medida que avanzaba me veía muy reflejada en las vivencias de su personaje principal, sin embarazo incluido. La familia de la chica excepcional, sus hermanas, Las Walsh, que han ido apareciendo a medida que avanzamos en la literatura de la autora y todo un mundo de tristezas que está enfocado para hacerte reír y reflexionar.
Marian, ese es su nombre, Marian Keyes; nunca pensó que llegaría hasta aquí, después de su frustración por no conseguir estudiar la carrera que ansiaba, pasando por muchas épocas de depresión realizando trabajos que no le gustaban y al tiempo que la empujaban a hacerse compañía con el alcohol. Como ella misma dice se considera escritora por accidente, porque antes de escribir novelas no pasaba de relatos y hasta tuvo que ser ingresada en una clínica para toxicómanos.
En esta excepcional escritora se demuestra que no todo está perdido, que podemos darle la vuelta al camino que alguien nos trazó, que podemos hacerlo por nosotros mismo. Que podemos ser buenos, muy buenos en algo si nos lo proponemos y que no importa donde hayamos nacido ni lo que seamos hasta ese momento. Solo hace falta poner empeño y querer algo con todas nuestras fuerzas y sobre todo saber que no todo está perdido.
Esta es la clave de su éxito, de los miles de libros que ha vendido y con los que nos sigue deleitando a sus fans.
Gracias Mariam, porque en épocas tristes me hiciste sonreír y porque me sigues acompañando también en los buenos tiempos.

miércoles, 16 de junio de 2010

Nostalgia

Hoy he despertado, con nostalgia de mi pueblo, con nostalgia de mi gente, con nostalgia de mi Cuba; estos días en mi Veguitas querida, te hacía estar encerrado en casa por el fango que se pegaba en los zapatos, pero era lindo ver caer la lluvia.
Disfrutaba de mis hermanos jugando a hacer tonterías, (de pequeña)y más mayor limpiabamos la casa entre mi hermana y yo con la música puesta a toda mecha y bailando entre medias con mi padre algún trozo de canción que nos gustara. Luego nos sentabamos todos a comer, arroz con pollo y platanito maduro frito...esta vida tan simple...tan rica...tan lejana.

Una parte de mi!


Añadir leyenda

Cuando tuve contacto contigo por primera vez, no te veía; yo en realidad no sabía que eras. Sentí algo cálido en mi cara pero ni siquiera sabía que eso era un beso, ni que era aquello que hacías con mis manos, ni que eran esas cosas grandes color café que tenía delante mía todo el tiempo desde el amanecer.
Tú siempre estuviste allí, las fotos me lo demuestran porque para mi todo era nuevo, extraño, frío y también cálido la mayoría del tiempo.
Cuando cumplí un añito, aunque no lo recuerdo, ya te veía de otra forma y supongo, por las anécdotas familiares, que era así porque dicen que siempre quería estar contigo y todavía no sabia ni tu nombre. Ya con tres era otra cosa, pero tu ya no querías estar tanto conmigo porque eras mayor y te aburría, siempre que tus amigas estaban cerca.
Así eras tu, mi hermana; a la que quiero más que a mi vida, con la que he recuperado ese tiempo perdido en la niñez.
Ahora lo he vuelto a perder, estás lejos otra vez, pero ahora sé quien eres, siento el calor, no el de tus manitas cuando intentabas cargarme siendo yo un bebé, sino el que guardo en mi pecho de tus abrazos y de todas la veces que dijiste te quiero al despedirnos.
Se que estas muy cerca, porque estás en mi pensamiento y en mis buenos deseos del día al levantarme, acabo de comprender que nunca estarás lejos como yo te sentía de pequeña, porque eres parte de mí.
Miércoles 16 de Junio del 2010 22:10h

Amigas


Hace ya una temporadilla, cortita, tampoco es que haya pasado mucho tiempo...que no salía a bailar con mi amiga Carol y me lo pasaba tannn bien. Extrañaba estas salidas nuestras de risas, confidencias, juerga (sin tragos, porque la dieta obliga en mi caso). Hemos medio bailado, en el coche jejeje con la música a todo dar, como en los viejos tiempos y luego en la disco...rodeada de cuerpos de muy buen ver porque era la fiesta de un gimnasio.....en fin noche de chicas, de amigas, simplemente perfecta.

Lluvia

Foto tomada de la red.
Nada como el recuerdo de la lluvia en mi niñez, esa lluvia no es igual a ninguna que haya visto desde entonces en mi corta, media vida. Esa lluvia olía a tierra, a humedad, a mango maduro en primavera y también al café con leche y tostones que nos hacía mi abuela cuando terminábamos de bañarnos en el patio de la casa. Una de las cosas que más disfruto, entre muchas otras, es ver llover...los recuerdos son tantos con lluvia, la de libros que me he leído con ella de fondo, las canciones que canté en mi adolescencia con mi hermana porque no podíamos encender la radio o la tv por miedo a los truenos y relámpagos, las noches sin luz eléctrica en el pueblo en la que solo escuchábamos la lluvia golpeando sobre el techo porque hasta los bichos del jardín estaban cobijados en alguna otra parte huyendo de ella. Ahora la lluvia es diferente, ni mejor, ni peor, sabe distinta, huele a ciudad, no viene sola porque la acompaña el ruido de los coches pasando por la avenida, las pisadas de los vecinos de arriba, el sonido de las tazas entrando por la puerta cuando mi esposo me trae un café a la cama donde estamos leyendo; su olor cuando se inclina y me besa. 
Esta nueva lluvia me gusta, es húmeda como la anterior pero la humedad es profunda y tiene otro sabor, a ti, y a mis recuerdos. Creo, al final, que es lluvia enriquecida, con otros ingredientes, los que le agrega todo lo que has vivido y también con nostalgia. Bendita lluvia en los años que están por venir….te disfrutaré donde quiera que esté.