miércoles, 23 de junio de 2010

No todo está perdido


Una de mis escritoras favoritas, en la treintena ha sido una Irlandesa especialista en el género Chick lit, que trata temas actuales de mujeres jóvenes más o menos de mi edad, siempre con nuestro punto de vista y tintes bastante alegres.
Comencé a leer sus libros cuando, llegada este país, tuve una pequeña época de tristeza; porque no puede llamarse depresión, me parece una palabra demasiado fuerte y que recoge vivencias demasiado duras; por las que no creo haber pasado, por suerte.
La conocí por casualidad una tarde en que me fui a La Casa del Libro que tengo cerca de casa. Para los que no sepan que es este sitio, como siempre digo yo; es un sitio de pecado. Le di ese nombre porque es imposible que pase por su lado y no entre a comprarme varios de ellos, no uno, ni dos.
Poseo una característica peculiar a la hora de escoger un libros, me encanta perderme entre los largos pasillos de las librerías y repasar por horas portada, contraportada y sinopsis y si cuento con el tiempo necesario leo varias páginas. El primero que leí de ella fue “Claire se queda sola”, me llamó la atención la chica sentada en una silla, así sin más y luego mi esposo me comentó que era una lectura muy amena y que me relajaría mucho y me haría reír.
Allí estaba yo leyendo este libro y a medida que avanzaba me veía muy reflejada en las vivencias de su personaje principal, sin embarazo incluido. La familia de la chica excepcional, sus hermanas, Las Walsh, que han ido apareciendo a medida que avanzamos en la literatura de la autora y todo un mundo de tristezas que está enfocado para hacerte reír y reflexionar.
Marian, ese es su nombre, Marian Keyes; nunca pensó que llegaría hasta aquí, después de su frustración por no conseguir estudiar la carrera que ansiaba, pasando por muchas épocas de depresión realizando trabajos que no le gustaban y al tiempo que la empujaban a hacerse compañía con el alcohol. Como ella misma dice se considera escritora por accidente, porque antes de escribir novelas no pasaba de relatos y hasta tuvo que ser ingresada en una clínica para toxicómanos.
En esta excepcional escritora se demuestra que no todo está perdido, que podemos darle la vuelta al camino que alguien nos trazó, que podemos hacerlo por nosotros mismo. Que podemos ser buenos, muy buenos en algo si nos lo proponemos y que no importa donde hayamos nacido ni lo que seamos hasta ese momento. Solo hace falta poner empeño y querer algo con todas nuestras fuerzas y sobre todo saber que no todo está perdido.
Esta es la clave de su éxito, de los miles de libros que ha vendido y con los que nos sigue deleitando a sus fans.
Gracias Mariam, porque en épocas tristes me hiciste sonreír y porque me sigues acompañando también en los buenos tiempos.

1 comentario:

  1. Yo también he leido muchos de sus libros. Comencé con The Other Side of the Story (no sé los títulos en español porque los leí en ingles)y me gustó tanto que fuí a la biblioteca y me traje "Rachel's Holiday", "Sushi for Beginners", "Watermelon" (donde aparece Claire), "Last Chance Saloon", "Angels" y "Lucy Sullivan is getting married", en fin, todo lo que de ella había en la biblioteca.

    Unos me han gustado más que otros pero todos los he disfrutado, a pesar de y quizás por ser la antítesis de la literatura que suelo consumir.

    Otro lugar común, Ofelia. :)

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