miércoles, 13 de febrero de 2013

A letter

 Mi amor.

Han pasado tantas semanas sin saber de ti que comienzo a pensar que nunca fuiste real. 

Ha sido tanto lo que te he extrañanado que he pensado, en ocasiones, que has sido desde el principio producto de mi imaginación. Y no puede ser de otra forma, por supuesto que no. No puedo recordarte tan nítido, cuando tu me has olvidado, no puedo escribir sobre ti cuando leo que escribes sobre otra, no puedo sentir tu falta cuando veo que yo, ni existo para ti. No puedes haber pasado página tan campante, sin importarte, de hoy a mañana, si  aún te quiero.


La moraleja es, que te soñé. 

Y como un sueño te fuiste al despertar, abrí los ojos con la frescura del aire en mis mejillas, cabalgando en un caballo pura sangre, imparable, sudoroso, latiendo, libre, al viento, como yo con tu recuerdo.

 No es posible que te haya imaginado, no puedo estar tan loca, aunque él amor verdadero sea solo de locos, suicidas, inconscientes.

 Por eso te escribo esta carta de amor que no será entregada. Porque mañana es un día más, pero un día sin ti. Porque aunque no seas real, necesito decirte, porque aunque no me amaste, necesito creerlo, y porque aunque no me recuerdes, necesito decirte. Yo si.