domingo, 17 de abril de 2011

Correr para encontrar

Corrió, se quiso alejar lo antes posible y corrió.
Se agotó y no encontró el camino correcto, se detuvo, exhaló profundamente buscando el aire que se escapaba y volvió a correr. Encontraría lo que buscaba.  La casa se le estaba cayendo encima y necesitó salir a buscar , algo, ese algo que le faltaba. Esto lo estaba haciendo muy a menudo últimamente y no tenía solución, todos los caminos le llevaban sobre sus propios pasos y no sobre su anhelo.
Se detuvo esta vez, en el medio de la calle, ahora desierta por la hora, por el frío, creyó, por su presencia.
Gritó.
Gritó su nombre y nadie respondió. Ahí estaba, otra vez en soledad, con el silencio y unos pocos grillos locos, que no temían a las heladas.
Ni gritar su nombre le alivió. Esta vez cambió de rumbo y ya no volvió a ser veloz. Solo, caminó por las calles antes recorridas y solo encontró soledad.

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