lunes, 21 de marzo de 2011

Verde Esperanza & Negativo.

El tren avanzaba a una velocidad bastante rápida. Si hubiera sido un coche, de seguro, iría por encima de la velocidad permitida, pero eso no era importante.
Miranda observaba cada paisaje que dejaba a su paso, las avenidas que quedaban atrás, el cambio de color del cielo a esa hora de la tarde, y el de los arboles del pequeño bosque que se hallaba a la salida de la ciudad. 
A este bosque venía Miranda el sábado por la mañana a caminar, tenía un camino que lo bordeaba y ahora en primavera era de auténtico lujo escuchar a los pájaros cantar con tantas ganas, respirar el aire húmedo y suave de esa hora del día, alegrar la vista con el verdor de los retoños que crecían en cada rama, rozar con la mano algún arbusto al pasar y sentir el agua resbalar por lo dedos.
Ahora ella no respiraba nada de eso, solo observaba a través de la ventanilla del tren. Regresaba de la consulta y meditaba sobre su vida; los últimos 15 días habían sido muy intensos, estaba realmente sensible y no se le estaban dando muy bien las relaciones personales.  ¡Se sentía tan sola!. En ese tiempo se quedó con la sensación de que muy pocas personas entendían realmente por lo que estaba pasando.
A medida que su transporte avanzaba, los tonos verdes de aquel bosque que tan bien conocía se iban quedado atrás, le cedían el lugar a los tonos grises que imperaban aún en las calles de la ciudad.
Mir, como le llamaba su madre, intentaba alejar de sí, ese gris de los edificios, en su corazón el verde imperaba, verdes eran sus ojos, también su color favorito, verde el árbol con el que soñaba recurrentemente de niña, ese que parecía tan real, porque ella siempre soñaba en colores, verde fue su primer reloj, regalo de su padre y verde la esperanza que albergaba en su corazón y que no quería dejar escapar. Aún faltaba una hora y media para la llamada que esperaba aterrada. 
Con un poco de suerte el color verde de la primavera estaría allí y esta vez para quedarse.

Una hora después sonó el teléfono, se había retrazado la primavera. En el corazón de Miranda seguía siendo invierno. Tocaría esperar.

2 comentarios:

  1. Bueno, pues no se que decir......eres bien especial sabes? y por eso te quiero tanto...y pues de Miranda.....mejor que mantenga el verde en su corazón...ahí lo tenemos todos, unos soñando con la primavera como ella, otros soñamos con otras cosas que tampoco tenemos, o que tuvimos y ya no están.....
    Que en el corazón siempre quede....la esperanza.....
    Te quiero mi prima bella....
    1 beso

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  2. Tu también eres muy especial para mi lindo! Sinceramente, nunca estuvimos tan unidos, por la distancia, ya sabes,aunque si que nos llevamos bien y sobre todo nos queríamos muchisimo, pero ahora nuestra relación es muy estrecha y me alegro infinitamente por ello.
    En cuanto a Miranda creo que aunque no lo sepa a ciencia cierta, si que guarda algo de verde en su corazón, pero le llevará un poquito encontrarlo. Ahora mismo creo que lo ve todo gris.
    Gracias JMPM, te quiero mucho!

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