lunes, 7 de marzo de 2011

Sexo en palabras.

En la humedad de mi sexo tuviste mucho que ver.
Nunca unas palabras me hicieron sentir nada igual sin que mediara el contacto físico o por lo menos visual. Dijiste lo preciso, lo que yo deseaba escuchar y tu, lo que querías que yo sintiera a través de tus palabras. Mi cabeza voló y te esperó tendida dentro de un cuerpo deseoso de caricias.
Encontró en ti una tibieza desconocida, palabras reales y también lejanas. Me entregué en esas palabras y mi pecho suspiro. Jadeante de deseo te dije cuanto yo te deseaba, y no mentí como creo que tu tampoco mientras me hacías el amor. En cuerpo y alma nos unimos, nos besamos apasionados, sedientos y muertos por las ganas.
Ahora en este espacio solitario en el que duermo, revivo cada instante y veo que me va a ser imposible dormir. Sin ti.
Por lo menos, esta noche!

3 comentarios:

  1. En las brisas desnudas de tus sencillos pasos, mis hojas secas cayeron ansiosas entre tus huellas, marcando un sendero de voces tranquilas y tímidas caricias invitando al juego. Mis ramas robustas entraron en tus raíces secretas dejando desnudas hojas de impulsos sudados, bajo una luna tranquila y curiosa. Cansado del viento que alza mis ramas, juzgué un precipicio de poemas arriesgados y encontré tu perdón. Tranquilos balcones abrieron sus puertas donde mi verde tronco reposó su tímido amor.
    Abrazados al miedo de una neblina escrita entre tus labios, jugamos a parar el sol que curioso avisaba su nuevo inicio, sin darnos cuenta de que el día de ayer no fue ni de luna ni de estrellas, que hoy pudo ser un antiguo ayer mojado de presentes inciertos. Sin temer el manejo maldito de las distancias, arrancamos al tiempo un periodo infinito y lo hicimos instante, sin dejar que las huellas marcaran el inicio de un futuro, sin juegos y ni voces tranquilas.....Jorge

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  2. Precioso Jorge! Es muy lindo tenerte por aquí, ultimamente muy cerca.
    Tu comentario es divino, real y apasionado como la vida misma....
    Gracias.

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  3. Atado a tu vientre y despojado del cielo, hundí mis temores de piedras quietas y rosadas sombrillas.
    Sembrado en tu tierra de historia y pasión, callé mis esquinas deformes y hundidas, mojando el secreto de tu silencio. Tus senos tintados de hostil picardía, clavaban tu vientre en mis espinas, y dejaban marcado un suspiro, como pinceles de vientos, en mi tímido rostro de duende dormido.
    Jugué con el tiempo en corceles furiosos que te arrastraban al olvido.
    Cansados y llenos , despojados y vencidos, pusimos un limite a nuevos suspiros y prometimos silencio secreto al viento curioso que lleva tus ojos regados al mundo. Quise atraparte entre pocas palabras, siguiendo el silencio que me era amigo, y entre ellas encontré, tu secreto escondido.
    Así le juré a un antiguo hongo de hadas perdidas, dejar tus mejillas clavadas en hojas sueltas de atardeceres sin miedo, mirando al pasado ansioso del día.......J

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