jueves, 17 de marzo de 2011

Regalo

Hoy quiero publicar algo que comentó un amigo en uno de mis articulos. Específicamente fue en el que se titula " Sigues estando ahí". Aunque lo voy a publicar en el lugar al que corresponde, también quiero hacerlo aquí. 
Jorge, gracias! Esto que has escrito es muy lindo. Espero que te guste, aunque no te he pedido permiso.
Un beso.



Caminé por mis heridas de historias vividas, curando arenas de polvo mezclado con ansias de secas cenizas. Surqué un ancho mar de lejanos recuerdos, y allí me encontré sepultos tus pétalos. Curé con absurdo entusiasmo potentes raíces, cuerdas mojadas de un piano gigante que movía la noche entre mis manos.
No quiero tener el despego del tiempo que lleva su aurora arrastrando mis versos apenas dichos. Regalarte mis fuerzas cubiertas de rocío matutino y quedarnos callados entre la hierba mojada que nutre tu vientre de mis gemidos. Quiero llevarte a ese mundo de quietud divina, lejano de absurdas caricias, ansias y mentes queridas, curar tus heridas de hada antigua y donarte el secreto que te abre las alas, cubrir tus mejillas de una fiel sonrisa, moviendo molinos de andantes aventureros y dulces doncellas que duermen desnudas entre las raíces de bosques escondidos.
Flautos quebrados que suenan nuevas melodías, desconocidas, encantadas, reciben orgullosos el nuevo día.. Desapareces de mis orillas como un rió agitado que lleva en sus aguas, lo mejor de mi.....Jorge Gonzales

1 comentario:

  1. En este instante de leyes absurdas, tus senos dejan sus vestidos de poesía inerte. Alejas tus ojos temiendo el impulso que quita las ganas, de aquello real, de aquello justo. Envuelves tus ojos en los míos y descubres el susto de tu infancia, alejando el recuerdo del primer olvido.
    La vida instantánea que te has trazado como ejemplo virtual, te deja vacíos en las pieles, se vuelve inestable. Buscas entre tus rasgos de duende antiguo, un canto real de seguros caminos, alejas la hoja caída de tus cabellos, dejando sentado sus surcos de miedo continuo, en nuevos abrazos, seguros, no tuyos. Sigues mirando el mundo con susto infantil, sacando el polvo de sucias maneras de gente perdida, callada ; limpias tus manos de hada prohibida, en un mundo de ciegos recuerdos, que arrastran el cuerpo sin descuido.
    Cuando llega el día , recuerdas tus manos, todavía cerradas, en ellas ocultas el misterio de una caricia, de un instante. .....Jorge.

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