viernes, 6 de mayo de 2011

Ruidos que quise escuchar.

A esta casa que hoy es tan silenciosa, le faltó, siempre, sonido.
Siempre fue quieta, le faltó risa, carreras y juegos y llantos. Le faltaron frases. ¡Mami está aquí, mi amor, no pasa nada!.
A esta casa le faltó presencia, de los niños que no tuve y que siempre deseé.
Sin embargo, aquí estoy, cuando pensé que moriría.
Aquí sigo, aún sin los sonidos, sin caricias de manos diminutas, sin piececitos acercándose a mi cama los fines de semana para anunciarme el despertar.
Aquí sigo, con esta carga vieja y pesada, que son los años. Añorando los ruidos que nunca pude acallar y que hoy retumban en las paredes, como golpes de astillero.

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