Da igual si es prosa o verso



Una calle mojada, tú a lo lejos.

 Solo en mi mente, en mi recuerdo.

La calle mojada, tú a lo lejos,

 lágrimas de sirena, para despertarte.

Calles mojadas y tú a lo lejos.

En la distancia, sin un aliento.

La ciudad mojada, porque te bebo,

en las palabras y en estos versos.

Por favor, que no deje de llover,

 solo ahí te veo.

 En la humedad, en el deseo.

Tela de araña.Izquierda o derecha?

Es tan fácil decir te quiero, me gustas, o  estoy a gusto contigo.

¿Porque nos complicamos tratando de encontrar explicaciones raras a los sentimientos?
Así solo conseguimos caminar por una tela de araña que tiene muchos kilómetros y que a la postre solo nos atrapa a nosotros mismos, no dejándonos disfrutar de los momentos bellos que la vida nos pone delante.

La vida, como sabemos, es una serie de acontecimientos que para algunos dura mucho y para otros no tanto. Depende de los años que nos toque vivir. Así deberíamos tomar lo que venga y tratar de hacer lo que mejor sepamos para llevarla por buen camino.
Este camino, muchas veces es duro, cuesta andarlo. Cuando somos muy jóvenes no sabemos cuáles son las decisiones correctas y como caperucita buscamos un camino alternativo, que no siempre resulta ser el más corto y limpio.
Nos complicamos, intentando pensar como otro, si ella hace esto, o si yo debo hacer aquello para contrarrestar. No le digo lo que siento porque se espanta. ¿Y si no siente lo mismo?
Así va pasando la vida y el poco tiempo que de ella disfrutamos.

Seamos simples y sencillos. Demostremos sentimientos, eso es lindo. Nos harán daño , si, pero será una etapa y nosotros tendremos historias que contar, vivencias en la piel, arrugas con nombres y no vidas solitarias y sin corazón.
Di te quiero. Ama y ríe. Llora cuando toque, porque significará que viviste, viviste a tope y con profundidad, disfrutaste, y lo mejor, viviste. No importa si es solo una etapa, la vida tiene muchas y cuando una concluye otra abrirá la puerta para comenzar a andar.
Corre y anda con ella, da igual si es izquierda o derecha. La vida, te sacará de la tela de araña.
La rama que está al final, es verde y está llena de esperanza.



El nido blanco...

Foto tomada en Madrid (By Ofelia)

Me pasé toda la juventud buscando un nido fuerte y bien tejido para dejarme caer y descansar de mis contantes vuelos, incansables y de caza.
Siempre tuve claro que eso era lo que yo quería, un buen nido, hecho a mi medida. No uno alto, ni muy grande, ni de ramas gruesas como el de la cigüeña, ni muy pequeño como el de un colibrí, simplemente buscaba uno perfectamente tejido donde yo pudiera anidar, criar a mi polluelos y cobijarme del frío, la lluvia y las duras tormentas.
Con el pasar de los años me costó encontrar este nido. Alguna vez intenté construirlo yo misma pero como en algunas especies de aves, no pude sola y decidí salir a buscar a mi arquitecto colaborador.
Ahí te encontré, con los años, el tiempo y la paciencia.
Construimos un nido que no se llevara un tornado, sino uno en el que pudieramos vivir, calentitos, al calor del sol de un jardín bien bonito, alimentado por nuestro amor, en los años que nos dedicamos, en la vejez.
Ese nido, lo hice contigo. Es el nido perfecto, es blanco y me cuesta darle forma, pero a ti te gusta y yo encuentro placer en como lo acaricias después de tanto tiempo. Este nido es también tu creación, la del amor y la comprensión que me regalaste en todos estos años.
Este pelo blanco que hoy se asemeja a un nido de pájaros, es la prueba de que yo también te amé, que nuestra vida fue construida con tiempo, tiene buenos cimientos y fuertes ramas que lo sustentan.  

La niña y la mariposa

Me lo leía mi abuela Ofelia, cuando yo era pequeña y cuando fuí una adolescente me regaló un libro de poemas de Campoamor. Gracias abue, te quiero!

Va una mariposa bella
volando de rosa en rosa,
y de una en otra afanosa
corre una niña tras ella.

Su curso, alegre y festiva,
sigue con pueril afán,
y con airoso ademán
la mariposa se esquiva.

A veces con loco intento
quiere hacer presa en sus galas,
y, en vez de tocar sus alas,
toca las alas del viento.

Y su empeño duplicando,
cuanto más corre afanosa,
más leda la mariposa
va su inocencia burlando.

La ciñe en rápido giro,
y al ir a cogerla esbelta,
por cada vez que se suelta,
suelta la niña un suspiro.

Mas, sin ceder en su anhelo,
presta una, y la otra ligera,
ni una acorta su carrera,
ni la otra amaina su vuelo.

Y vagan embebecidas,
sin sentir indiferentes
ni el són de las claras fuentes,
ni el de las auras perdidas.

Ni los pájaros que espantan,
entre las ramas divisan,
ni ven las flores que pisan,
ni oyen las aves que cantan.

Y mientras estas cantando
siguen con plácido estruendo,
la niña sigue corriendo,
la mariposa volando.

-Amaina el vuelo sereno,
mariposa,
de quien es albergue el seno
de la rosa.
¿Por qué en tal dulce ocasión
vas sin tino
huyendo así la prisión
de lazo tan peregrino?

Reina de las blandas flores,
sus enojos
no temas, ni los ardores
de sus ojos,
porque ese puro arrebol
que enamora,
si es luciente como el sol,
es tierno como la aurora.

Entre mil palmas no hay talle
más galano,
ni azucena en todo el valle
cual su mano.
No oirás de su voz divina
la dulzura,
ni el ruiseñor que trina,
ni el raudal que murmura.

Aprende el aura a ser leve
de su planta,
y, para formar con nieve
su garganta.
le dió el cisne el atavío
de su pluma,
lumbre la aurora, y el río
su plata, cristal y espuma.

-No sigas más la inconstante
mariposa,
enamorada y errante
niña hermosa,
que al fin vendrá a ser cautiva
de tu llama,
si aun amorosa, aunque esquiva,
la luz de los cielos ama.

Y aunque aspira de mil flores
la fragancia,
no imites en tus amores
su inconstancia;
que al fin de tanto vagar,
suele, hermosa,
entre las flores hallar
la yerba más venenosa.

Imita sólo su vuelo,
pues serena,
jamás, niña toca el cielo,
ni la arena.
Quien se humilla o sin razón
subir quiere,
muere a manos de un halcón
si a las de un áspid no muere.

Mas ¡ay! que vas en pos de ella
vagarosa,
sin escuchar mi querella,
niña hermosa.
Sigues con presteza tanta
tu contento,
que así encomiendas tu planta,
como mi súplica, al viento.-

Y en tan inocente afán,
como su gusto entretienen,
así vagabundas vienen,
y así vagabundas van.

A veces en su embeleso
la mariposa, al pasar,
suele fugaz estampar
sobre su mejilla un beso.

Y rauda su vuelo alzando,
la niña de angel blasona,
al trazar una corona
sobre su frente girando.

Y siguen acordemente
la mariposa en sus giros,
la niña con sus suspiros,
con sus rumores la fuente.

Vagan los aires süaves
formando dobles acentos,
y al grato son de los vientos,
siguen cantando las aves.

Y entre tanta melodía,
tanta corriente murmura,
que es todo el aire frescura,
aroma, luz y armonía.

Y susurrando congojas
prosiguen mintiendo quejas,
en el pensil las abejas,
y en la enramada las hojas.

Y tiernas flores hollando,
y frescas auras batiendo,
la niña sigue corriendo,
la mariposa volando.

Yo simple.

Días de pensamientos, de labrar en ellos hasta encontrar partes en desuso. Tardes para andar sola y tomar algo, escribir y pensar... No le temo a lo que soy, no soy complicada, sino todo contrario lo simple es lo mejor de mi. ¡No soporto el psicoanálisis! Lo que está dentro algún día sale, en forma de llanto, de gritos, de risa, palabras  y  amor.

Foto de una tarde en soledad. By Ofelia

Esa es mi esencia, es lo que hay.

Carta a una amiga inseparable

Foto cedida a Ofelia by M.G.

Querida soledad.
Te escribo estas letras, sin saber en realidad porque. Ultimamente estás tan pendiente de mi, que no creo que pueda contarte nada que ya no sepas.
En los meses pasados te convertiste en cómplice, en mi hermana, si me permites. No te separaste ni un momento y fuiste haciéndote un lugar en mi diario, en mi sueño, en mi día, mis paseos por el parque, mis despedidas telefónicas y mis comidas de menús del día, donde no tenía a nadie más que a ti. Te he sentido muy cercana y aunque al principio fui reacia a tu compañía, al final te encontré necesaria y hasta llegaste a gustarme.
Te agradezco tanto..., traes calma cuando es preciso y ayudas a poner muchas cosas en orden cuando reina el caos y no hay tranquilidad, pero hoy me he decidido a escribirte esta carta porque no se como decirte a la cara que ya no te necesito, es más, no me siento a gusto contigo.
¡Soledad!, no quiero ser cruel, te agradezco tanto y te reprocho más.
Ya no quiero que seas la sombra de mi silueta, mis cartas de buzón y mi compañera de gimnasia, quiero cambiar de reparto, es preciso que te vayas.
¿Como despedirme sin hacerte sentir mal? Solo con la promesa de que algún día volveré a tocar a tu puerta.
Esto es solo un hasta luego.

El tiempo perdido...hasta los muertos?

(El tiempo perdido hasta los muertos lo lloran)

Odio el tiempo que pasó.
El que perdí, el que no te dediqué. El tiempo infinito pero no devuelto, ese que se va en banalidades y no en vivir, que es lo que importa.
Odio el tiempo que pasó.
Ese de mi juventud que no disfruté y el otro en que no dije lo justo y lo preciso. El que dejé escapar sin escucharte y en el que no gocé de tu presencia.
Odio el tiempo que pasó. Ese que hasta los muertos lloran y que ya te diré, cuando yo muera, si se llora en realidad.

Verde mar y boca

En su nombre, implícito su yo, su interior, su alma. En sus ojos, dos piedras verdes sin pulir, el color de los mares tropicales y la calidez de verse en ellos.
 En sus manos, el trabajo, la suavidad de una rosa roja, la fuerza de una ola y en sus labios...
¡Ay su labios! El mejor manjar que yo prové. Deleite de mi boca y manoseo de mi mente.

Cuerdas de una guitarra.

Una melodía de cuerdas de guitarra entra por la ventana.
Te recuerdo, guitarrista preferido, canto contigo en mis recuerdos y me salta una lágrima por beso. Un artista callejero, que me trae lo que de ti, yo guardo. Nuestros cantos a oscuras, dúos de aguacero y clases de entonación de la infancia.
Gracias papi, eres la música de mi guitarra. La que solo suena para mi.

Feliz y da.

Lago de las barcas Retiro, Madrid (by M.G)

Mamá, que tan lejos estás! En mi corazón tan cerca y más aún en mi recuerdo. Recibe de mis labios besos infinitos de amor perfecto y desinterezado, como el tuyo.
Solo aspiro en esta vida, poder entregar alguna vez un amor tan colosal como el que me das. Felicidades cada dia mami, cada dia de mi vida!

Ruidos que quise escuchar.

A esta casa que hoy es tan silenciosa, le faltó, siempre, sonido.
Siempre fue quieta, le faltó risa, carreras y juegos y llantos. Le faltaron frases. ¡Mami está aquí, mi amor, no pasa nada!.
A esta casa le faltó presencia, de los niños que no tuve y que siempre deseé.
Sin embargo, aquí estoy, cuando pensé que moriría.
Aquí sigo, aún sin los sonidos, sin caricias de manos diminutas, sin piececitos acercándose a mi cama los fines de semana para anunciarme el despertar.
Aquí sigo, con esta carga vieja y pesada, que son los años. Añorando los ruidos que nunca pude acallar y que hoy retumban en las paredes, como golpes de astillero.

Café para mi madre

Madre, hoy, haré tu café; te lo llevaré a la cama con la orquídea que abrió en la madrugada. Te pondré en él, montones de besos y unos polvitos de canela.
Madre. Este café es el mejor que preparé en la vida. Es mi regalo para que comience tu día, con aroma de tierra y rocío.
Este café, mamita, lleva ingredientes secretos, se los puse especiales para ti. Saborea su aroma, sóplalo suavemente y respira.
Entonces, dale un sorbo y ahí, madre querida, beberás de mi amor, con sabor a tierno despertar.
Me dueles, madre. Te amo.

Jardines de agua.



En esta barca me iría contigo a ver el mundo, a hacerte compañía.
En esta pequeña barca, azul y quieta...
Llévala a buen puerto, a donde yo, también correría.
En esta chalupita del agua quieta, escríbeme poéta.
En esta barca yo me voy contigo, mi marinero de jardines de agua.

La farola

      En el parque de la infancia, guardo un recuerdo especial. El de los juego de pelota, las bolas y las competencias de carriolas.
 En mi parque de adolescencia guardé otro, el del primer amor, solo cogidos de la mano y miradas furtivas.
En mi parque de juventud, nuestro primer beso en primavera, tu aroma, la premura del encuentro y la farola en la que grabé, raspada en la pintura, tu inicial  y la mía, en señal de eterno amor.
Tu y yo. 

Primavera enamorada

Foto tomada en Madrid by Ofelia

La nitidez de tu recuerdo, me llega como el olor de la hierba mojada que ahora tengo debajo de mi cuerpo en este parque.
La primavera es linda, por sus colores, el olor de las flores, los colores alegres de la ropa femenina y la risa contagiosa de los niños que comienzan a correr por sitios de juegos, por las calles y los parques.
Solo le falta a esta primavera tu presencia, que veo tan lejana. El sonido de tu voz y esa risa contagiosa que tanto me gusta. Solo faltas tu, para que abra la flor de mi corazón.
Porque sin ti, la flor está presa, como lo está mi corazón.