viernes, 25 de febrero de 2011

Desayuno callejero...

Viviré en este pedacito, cerca del escalón, desde hoy, hasta nadie sabe cuando.
Alguien puede pensar que me gusta, pero no , no me gusta.
Perdí mi casa hace más de un año y medio, cuando me divorcié. Le dieron la custodia de mis hijas a mi mujer, y dos meses más tarde perdí a mi madre por un puto cáncer que  se la llevo en un suspiro.
Hoy mi vida ya no sé que es, no me reconozco, ni me reconocen los que pasan a  mi lado por la calle. Alguien me deja de vez en cuando alguna moneda y los panaderos de la esquina me dan pan por las mañanas. No puedo vivir con eso pero sinceramente tengo mi cabeza en otro lado, no se si quiera si me pertenece.
La piel se ha tornado amarillenta por la mala alimentación, mi cabello se encaneció en dos semanas y me huele el aliento, mis uñas viven de la mugre y mis ojos casi ni se levanta a mirar, porque no encuentran ganas, belleza, ni olores agradables, colores bonitos, ni atardeceres y el lucero del alba ya ni brilla.
Los niños me miran de reojo y mi mujer que se mudó fuera de la ciudad ya no contesta mis mensajes. Se suponía que vería a mis hijas una tarde a la semana y me tocarían fines de semanas alternos, pero eso no va a ser posible, con todo el lío perdí mi trabajo y mi vida se fue al traste, perdí la casa, la ilusión y además la cabeza.
Ahora solo me alegra el pajarito que viene a mi sitio en el portal a comer los trozos de pan que me sobraron, y el tetra brik que birlo en el supermercado de vez en cuando.
Solo así puedo dormir, un sueño placentero donde los haya. Ahí vuelve todo a ser perfecto, allí vivo en mi casa y mis hijas me despiertan con un beso mientras abrazo a mi mujer en la cama.
Una lágrima rueda por mi rostro y huelo al desayuno recién hecho en la cocina, me despierto de mi pesadilla y veo otra vez la cara de mi panadero ofreciéndome el pan de mi mañana.

5 comentarios:

  1. Muy bueno este escrito Ofe, nos trasladas a esa situación de indigencia y hasta llegamos a identificarnos con el personaje. Pudieras hasta hacer una obra mayor a partir de esta porque tiene una esencia abundante. Sigue así, me gusta mucho...

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  2. Odio esta admosfera tan bien soplada que apenas respiro ...

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  4. Quita el aliento. Eso es lo que pienso cada vez que miro a los ojos a un desamparado, con esa niebla del que no entiende el porque y la conviccion de que nos separan apenas un par de decisiones mal tomadas..

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