Te llevaste mi inspiración, una madrugada y no tengo muchas ganas de escribir. Aplastaste ilusiones y alegrías que vivían en mi cuerpo como algas unicelulares en el oso perezoso.
Espero que todo vuelva a su lugar, cuando los días pasen y mis ojos se acostumbren a no verte, o por lo menos pido por favor que sea así. Necesita mi cuerpo un descanso largo, profundo, para acostumbrarse a no saberte, a no sentirte. Si tiene que ser así ....cuando mi cuerpo repose, ya no te echaré tanto de menos en las mañanas de tertulia y volverás a ser, lo que siempre fuiste. Un recuerdo lindo, que no pudo ser.
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