martes, 6 de julio de 2010

Mente y Corazón

Ellos me guían en cada paso que doy, no van de la mano, ni siquiera se conocen pero me sirven de guía en el camino como faro entre rocas en noche de tormenta.
Uno es caliente, galopante, imparable y retozón.

La otra, sensible, cariñosa, fría en muy pocas ocasiones, pero clara como tarde después de tormenta tropical.
Uno me marca el rumbo por donde quiero ir y el otro por donde debo, no siempre hago caso, muchas veces no se ni quien es el que fija la dirección, solo sé que al final los dos se ponen de acuerdo como jugadores de un mismo equipo y me empujan hacia donde estás.
Por eso, siempre regreso a ti, porque ambos están confabulados; no hay nada que pueda hacer el universo cambiante para que tome otro rumbo, regreso a ti como mariposa que busca una flor para libar, porque al final te encuentro ahí, en lo más profundo de mi ser, de mis pensamientos y de mi vida, de mi mente y mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario