lunes, 29 de octubre de 2012

Aquella isla


Cuba dejó de doler.

Es algo triste pero real. Recién descubro que esa tierra no me duele.

Se volvió tan asqueante su conformidad, pegajosa la quietud, exasperante, la espera de ese oasis que nunca se ve aparecer.

Cuba no existe, hace mucho que no está.

Esa tierra es un invento de la mente de los que nos fuimos y queremos recordar lo vivido. Es la realidad de los que quedaron allí atrapados en un tiempo, ya nadie sabe cual.
De allí solo duele lo que por mi sangre corre y los que la vida añadió.

Y no lloro por dejarla, como a un amante al que aún se ama.

Aquella isla. ¿Aún existe?


(Reflexión en el viaje de vuelta)

5 comentarios:

  1. Si existe Silvi, sé de tus razones, pero existe.

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    1. Nuri, sabes que también es cuestión de perspectiva y por supuesto la mia es muy diferente a la tuya.

      Un besito, guapa!

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  2. Dolorosa resignación y honesto reproche, escritora de sentimientos.

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    1. ¿Me queda acaso otra salida Jánter?.

      Gracias por pasar. Un abrazo.

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  3. Existe en nosotros, y cuando dejemos de pensarla desaparecerá. No hay que hacerse ilusiones.

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