martes, 27 de marzo de 2012

Las papas y el rio

-Gilberto, me hacen falta unas papas para la sopa del almuerzo.

-En un momento, aprovecho que voy al pueblo a buscar algo que necesito – dijo y se metió en el baño.

A los tres días, regresa Gilberto, sin papas…

¡Gilberto! ¿Donde están las papas que te mandé a buscar antier? - le gritó con cara de pocos amigos.

-Ay, Silvia, no te lo vas a creer. Cuando pasé del otro lado creció el río y hasta hoy no pude regresar. Pa colmo se me calló el bolso en el rio al cruzar y la corriente se llevó lo que compré.






(historia familiar, que nos contaba mi abuela, mirando a mi abuelo con cara de verdugo)









7 comentarios:

  1. jajajajja!!!! muy bueno! pobre abuelo cuantas veces habra pagado por las papas....

    ResponderEliminar
  2. La voy a recordar, uno nunca sabe cuando va a necesitar algo así...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recuerdalo cuando cruces a Manhatan......

      Eliminar
    2. Jjajajaja, en todo caso tienes que cruzar a pie, porque lo del rio crecido nadie te lo va a creer, no en La City :)

      Eliminar
  3. Ay chica....le doy una de papazos!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se queda sin comer...hasta que yo me acuerde, por lo menos de mi sazón :)

      Eliminar