lunes, 24 de enero de 2011

Carta de Amor y Desamor

Mi querido Eduardo. 
Verte de nuevo ha sido para mi lo mejor que me pasado en mucho tiempo. Mirarte a los ojos y sentir electricidad en todo el cuerpo, definitivamente una señal. Por eso te escribo esta carta de amor y desamor, necesito que sepas lo que ha sido volverte a ver.

Me quedé con el olor de tu cuello y en mi memoria tus dedos rozando mis brazos en una tierna caricia. Los suspiros que dejamos escapar temiendo lo que sabíamos era inevitable, lo que deseábamos más que nada, lo que llevábamos guardando tanto tiempo y nunca sucedió. Tu nariz buscando quedarse para siempre con el fresco aroma de mi cabello, tu reticencia a mirar la luna tan cercana esa noche porque invitaban a los besos apasionados que nos resistíamos a darnos sabiendo el torrente de sentimientos que vendrían después. Con eso me quedé, y también con las palabras más lindas que nadie me dijo, aquellas que creí verdaderas. Tu sonrisa, tu proximidad, el calor que desprendías a mi lado, la calidez que sentí cuando nos abrazamos y los besos robados más tibios, húmedos, anhelantes y tiernamente enloquecedores que dí hasta hoy!
Me robaste la paz y la convertiste en locura, en tristeza, en ganas no saciadas y no se en cuantas cosas más. Definitivamente te lo pensaste mejor. No sentiste por mí lo que yo creí, o por lo menos eso pensé hasta que leí tus palabras. No tuviste el valor de decirme a la cara tantas cosas que necesitabas decir, fuiste cobarde y no te culpo por ello, ser tan sincero es algo para lo que muchos no estamos preparados. Creo que no merecía menos que una explicación, no por obligación pero si por piedad. He derramado lágrimas por tu desprecio, ese que no entendí, por tu falta de claridad para conmigo y me quedé dentro con muchas cosas que quería contarte sobre mí.
No creas que te guardo rencor porque no lo hago. Yo te guardo, pero en lo mejor de mis recuerdos, me he quedado con todo lo lindo que me hiciste sentir, con la pasión que me entregaste y las lindas cosas que dijeron tus labios. Quiero pensar que el ser humano no puede ser tan mentiroso y cruel, no quiero pensar que eres así.
Lástima, pero esta fue la última vez que me dejaste sin explicación. Es la segunda y una tercera te garantizo que no habrá. Cuantas cosas he sentido por ti..............una vez las guardé en un cajón donde estuvieran a buen recaudo, hice mal en dejarlas salir. He estado muy expuesta y ahora sufro las consecuencias.

Te mando un beso como el primero que te dí y como ya te dije una vez con un trocito de mi corazón.




No hay comentarios:

Publicar un comentario