martes, 8 de julio de 2014

El pasado domingo.



Ilustración de Majali.


Este día quieto como todos los domingos, ventoso, con nubes que juegan al escondite con el sol, y ganan las primeras, claro está.

Esa parsimonia lujuriosa del domingo, como si fuera un amante prematuro que te recorre despacio, porque no tiene prisa.
Este domingo es el contrapunto de un amor atormentado.

Este tiempo mata el tiempo que luchar por ir de prisa. Es domingo, y no da ni para pensar porque el domingo corre como una gota de sudor que recién brota y recorre el rostro de una joven que aún, tardará en crecer, esa que aburrida, se balancea con dejadez en un columpio.


Es domingo señores y la quietud de aquella otra vida está tan lejos, que casi prefiero dormir una siesta larga, de domingo, que me ayude a recortar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario