Como esa ola, de aquella playa a la que nunca fuiste. Vas, vienes, me acaricias, rompes, revuelves, te vas.
Ningún agua es capaz de semejarse a ese color, ese profundo
azul que son tus ojos cuando miro dentro. Son el túnel donde me quedé atrapada,
y en donde me siento tan gustosa, protegida, de todo, del sol, del viento frío.
¿Donde habitas?
¿Donde fuiste?
Abro los ojos y no te veo, solo imagino como serías.
Cuanto tiempo, que hasta mi voz olvidaste, solo un tiempo
para que siguieras rompiendo, en otras playas y aún rompas en las noches, en
medio de un mar, que no es mi mar.
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