domingo, 4 de agosto de 2013

El mar siempre es azul.




Como esa ola, de aquella playa a la que nunca fuiste. Vas, vienes, me acaricias, rompes, revuelves, te vas.

Ningún agua es capaz de semejarse a ese color, ese profundo azul que son tus ojos cuando miro dentro. Son el túnel donde me quedé atrapada, y en donde me siento tan gustosa, protegida, de todo, del sol, del viento frío.

¿Donde habitas?

¿Donde fuiste?

Abro los ojos y no te veo, solo imagino como serías.


Cuanto tiempo, que hasta mi voz olvidaste, solo un tiempo para que siguieras rompiendo, en otras playas y aún rompas en las noches, en medio de un mar, que no es mi mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario