martes, 20 de noviembre de 2012

lunes, 19 de noviembre de 2012

El frenazo.


Fue a encontrarse con aquel hombre que le llevaba unos años más que un par.
 Y después se auto proclaman algunos dueños de cualquier cuneta cuando a su alrededor ella solo ve hierbas, fango, hojas caídas y el frenazo que dejó su coche.

Bienvenidos a su humilde morada, pasen y tomen sitio, esta cuneta es de todos los cayeron aquí en algún momento.
El frenazo ha sido como el año, es y al parecer será, negro y  transparente.  Se ha llevado a los que no. 
Ha dejado a los que...
No, está claro que no ha dejado.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Si pudiera decirte.


Es tan duro estar hoy sin ti, tan difícil explicar el amor que me inspiras, como triste, es tenerte lejos.

Esta vida tuya que me pierdo, es como la mía que pierdes tú. Nunca podremos recuperarla, ni esos momentos espontáneos de risa, ni los sufrimientos que se quedan en la distancia, sin compartir.

¡Oh Madre!  ¡Cuanto duele no poder abrazarte, sentir una caricia cuando es preciso, amarte mamá!

No me alcanzará la vida para demostrarte todo lo que por ti siento, sin embargo, se que lo sabes.

Te mando todos los besos que tengo dentro, mi amor infinito e incondicional y un abrazo cálido y tierno, como tú.

¡Feliz cumpleaños mami!



jueves, 8 de noviembre de 2012

Una semana que parecen mil.



De dolor en dolor y tiro porque me toca.

Hoy para variar llegué tarde al trabajo, 40 minutos, el autobús no avanzaba ni aunque lo empujaran y el atasco era de muerte, pues eso, lo más parecido a un cortejo fúnebre. Pensé por momentos que llevaban mi féretro por las calles de la periferia, pero luego supe que no, no podía dolerme la espalda como me dolía y estar muerta, además no lloraba nadie y eso tampoco, espero que alguien me llore cuando ya no esté, aunque sea pagando. Llovía.
El trabajo un calvario. Nadie se pone en el lugar de los demás y no es plan el estar quejándose todo el tiempo. Incomprendidos que son los que sufren.

Corramos un tupido velo.     
 

Parte II de la semana

Aquella chica, al final apareció como por arte de magia, algunos saben aprovechar las oportunidades que otros rechazan, mira tú por dónde. Fue sentir el portazo, que dieron detrás de mi y voilà, ella que salía del ascensor para entrar por la misma puerta por la que yo salía.

Ya te digo, que nadie es imprescindible, el mundo cambia para unos más rápido que para otros. Será que la traslación de la tierra nos llega a unos más rápido que a otros. Vaya usted a saber…
 
 
 

Parte- te en II.

Ja, escribiendo esto me estoy pareciendo a un muchacho que conocí una vez, escritor él. Muy bueno por cierto. ¿Qué será de su vida? Supongo que se hartó de tanta tontería. Ya se habrá olvidado, que la memoria es a veces tan corta como la colillita de un caniche. 

El día tuvo su dosis buena, una partecita que me hizo tan feliz como ver a niño sonreír. Dos de mis amores, amigos, han encontrado el mismo camino para caminar y yo mirando desde la mata de mamoncillos, casi me caigo del alegrón. 

La semana termina, pronto, que mañana es fiesta. Suenan los The Cure.
 
Dormiré las horas que tiene el día o por lo menos eso espero. Alguien vendrá con planes a fastidiar,  que es lo que pasa siempre.